domingo, 29 de marzo de 2015

Una polarización electoral basada en contenidos ideológicos, frente a la caída de los nombres vacíos de contenido

Massa se consolida en un tercer lugar, frente a la clara rivalidad política directa, mano a mano, que se vislumbra entre los candidatos presidenciales Scioli y Macri, a pocos meses de las PASO. Se trata de dos expresiones de proyectos claros, frente a terceras posiciones personalistas e indefinidas desde el punto de vista programático. El clima nacional se mueve en ese sentido, y Chubut no es la excepción. 

Cuando faltan poco más de cinco meses para las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 9 de agosto, las tendencias electorales se van aclarando, sobre todo a nivel nacional, con la definición de dos dirigentes políticos que aparecen como los más claros adversarios en la lucha presidencial: Daniel Scioli y Mauricio Macri. La polarización, acaso subestimada en Chubut por dirigentes que quieren hacer creer que esta idea fue del gobernador Buzzi y no surge como resultado objetivo de encuestas que se difunden en todo el país, con amplia repercusión; es a esta altura un hecho que relega a Sergio Massa a un tercer lugar que el propio candidato del Frente Renovador conoce, ante lo cual da indicaciones a sus operadores políticos para instalar él mismo la duda acerca de si se baja o no de la pretensión de llegar al Sillón de Rivadavia.
La cuestión apareció hoy con mucha fuerza en los medios nacionales, como La Nación, que entrevistó a Daniel Scioli, quien puso las cosas en claro conceptualmente: “¿A usted le preocupa más Macri que Massa?”, preguntó el periodista del matutino porteño. “Creo que hay dos alternativas muy claras en el escenario político: está la alianza y la del espacio político que más viene haciendo por los trabajadores, los humildes y la clase media”, respondió el Gobernador de Buenos Aires.
- Estratégicamente lo está borrando del mapa a Massa...
- No, yo no borro a nadie, ni subestimo. Tampoco a Margarita. Yo digo que hoy están estas dos alternativas, que son las que se ven con más competitividad.
Es cierto que el planteo de Scioli puede ser acusado de político, pero ante ello surge una lectura, en el mismo matutino, que el prestigioso editorialista Joaquín Morales Solá expresa con claridad en su columna titulada hoy “Macri y Scioli, por la polarización”.
Allí, Morales Solá dice al inicio de su texto: “Se conocen desde hace treinta años. Los dos son hijos de empresarios. Fueron reconocidos popularmente por su afición al deporte antes que por la vocación política. Mauricio Macri y Daniel Scioli (el orden puede cambiar, según las encuestas) están cerca de cumplir un viejo sueño: competir entre ellos por la presidencia de la Nación. Hay otra coincidencia entre los dos: ninguno lo quiere a Sergio Massa, que trata de mantener con respirador artificial un triple empate que parece diluirse”.
Y más adelante le otorga datos ciertos a la lectura política: “Macri y Scioli han llegado a una coincidencia implícita: ninguno habla nunca de Massa. Ignorarlo es condenarlo a estar fuera del campo de juego. Lo están logrando, aún en las encuestas más generosas con Massa. En estas mediciones, el ex alcalde de Tigre está estancado o en declive desde noviembre del año pasado, mientras Scioli conservó su potencial y los números de Macri se duplicaron”.
“Massa -sigue Morales Solá- tuvo deserciones importantes, cometió errores inexplicables (como apoyar en Santa Fe a un enemigo de Reutemann, que ahuyentó a éste del massismo) y, encima, carece del atril oficial que los otros tienen como jefes de gobiernos locales. Massa necesita una buena noticia, urgente, para reinstalar con claridad el triple empate que se le va de las manos”.
En este mismo sentido concluye: “Massa carece hasta de la tragedia que potencia una vida política. Los otros la tienen. Scioli perdió un brazo en un accidente. Macri fue secuestrado en 1991 por una banda de comisarios delincuentes. El drama personal los hizo famosos antes de que fueran famosos. La política también amasa la suerte con la tragedia”.
Tal vez por eso Massa vino a buscar el componente trágico de su campaña a Chubut, cuando acompañó a Mario Das Neves, su aliado local, al acto que realizó en Trelew un día después de que el diputado nacional anunciara que tiene cáncer de colon. A Das Neves el anuncio le redituó convocatoria en el acto, pero aquí hay que agregar un dato no menor: el ex gobernador parece no querer prestarle a Massa el componente trágico de su enfermedad. Lo evidencia su ausencia en el acto que ayer realizó el tigrense y en el que intentó darle fuerza a sus pretensiones presidenciales.
Das Neves prefirió estar al mismo momento en Rada Tilly, encabezando un acto con tan escasa convocatoria que hasta los planos más cortos de las fotos no alcanzan para contar demasiadas cabezas.
El drama adicional del diputado nacional es precisamente ese: su cada vez menor poder de convocatoria, en una elección local que también aparece polarizada con la candidatura a la reelección de Buzzi. Pero el dasnevismo del ChuSoTo (Chubut Somos Todos) tiene la amenaza cierta de seguir perdiendo adhesiones frente a la réplica de la alianza del UCR con el PRO que también se da en Chubut, y que tiene a Carlos Lorenzo como una figura en crecimiento.
A poco más de cinco meses para las PASO, quedan muchas cosas por definir en el plano electoral. Pero lo que ya se percibe es que el electorado se inclina por ser parte de comicios con sentido ideológico, en los que aparecen dos proyectos claramente contrapuestos. Ser parte de esa definición le da sentido a la participación electoral, frente a la existencia de alternativas en las que los nombres hacen esfuerzos de marketing y retórica para llenar, al menos un poco, el vacío de contenido.    

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