lunes, 24 de agosto de 2015

Agobiado por la derrota, Das Neves abandonó hasta a su “hijo político”

El führer chusotista dejó solo a Máximo Pérez Catán, dándole la espalda a 35 años de amor incondicional. El intendente de Trelew se suma a la lista de los usados y tirados por Das Neves, como el PACh y el radicalismo de Di Benedetto. Casos que confirman que el dasnevismo es un proyecto personal que nada sabe de lealtades.

Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Pocas veces esto fue más cierto que el pasado 17 de agosto en Trelew, cuando se vio al todavía intendente Máximo Pérez Catán absolutamente solo en el acto de homenaje al General José de San Martín organizado desde el municipio a su cargo.


Esta escena -reproducida en la foto oficial enviada por Prensa del municipio- hubiese sido impensable apenas un par de semanas atrás. En ese entonces, todo era bullicio alrededor del intendente, quien aparecía siempre acompañado por Mario Das Neves y por la plana mayor del ChuSoTo.

Pero a la luz de la derrota, todo cambia. En la fría jornada del 17 de agosto, nadie quiso estar junto a Máximo. Ni siquiera los concejales chusotistas de Trelew, y mucho menos Mario Das Neves, pese a los 35 años de trayectoria política que se esmeraban en divulgar como muestra de una relación inquebrantable.

Pérez Catán sintió en carne propia lo que es ser usado y tirado. Pero debería habérselo imaginado en vista de los antecedentes en la materia que muestra el cacique chusotista.

Basta con repasar un poco la historia reciente del ChuSoTo para constatar que la voracidad del proyecto personal de Mario Das Neves no tiene límites, y que el führer no sabe nada de lealtades.

Los primeros en corroborarlo fueron los del PACh, que en 2013 prestaron su sello partidario para que Das Neves pudiera resucitar políticamente luego del papelón de su candidatura a vicepresidente junto a Eduardo Duhalde. Desde un principio, la gente del tradicional Partido Acción Chubutense quedó fuera de las decisiones y relegada en la lista de diputados nacionales, hasta que en un momento se hartó del personalismo de Das Neves y prefirió salirse del ChuSoTo para buscar otros vientos.

Otro caso emblemático es el del sector del radicalismo encolumnado tras Gustavo Di Benedetto. El ex intendente de Trelew estuvo junto a Das Neves en el instante fundacional del ChuSoTo y defendió como pocos la supuesta trasversalidad y apertura del espacio inspirado en el proyecto familiar del Movimiento Popular Neuquino.

Como muestra extrema de esta adhesión, Di Benedetto estuvo junto a Das Neves festejando el Día de la Lealtad Peronista en octubre de 2014 y hasta se animó a tararear la marchita.

Sin embargo, a la hora de los cierres, Das Neves prefirió conformar fórmula con alguien sin ningún tipo de trayectoria ni representación política (Mariano Arcioni) y dejó afuera de todos los cargos al sector de la UCR que había arrimado Di Benedetto junto a Rafael Cambareri.

No es de extrañar entonces que ahora, agobiado por la derrota, el cacique chusotista haya decidido tirar por la borda a su propio “hijo político”, como a Máximo Pérez Catán le gustaba denominarse. Para Mario Das Neves no existen las adhesiones incondicionales y las amistades en las buenas y en las malas. Lo único que le importa es cumplir con su capricho de volver a ser alguien.

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